Mineral
Esta serie no tiene nada que ver y todo que ver con el territorio y su forma de conformar la cultura, esto entendiendo la cultura desde una visión global de un grupo dado, sus conductas y su relación con el medio ambiente y la geografía que lo rodea, mineral es un conjunto visual de las formaciones rocosas del cerro Renca, icono de la comuna que me vio nacer, partir y regresar, el territorio que siempre me habitó. Fragmentar el cerro, fijarme en sus detalles es como fijar la mirada en las canas que comienzan a aparecer en mi barba, las arrugas cargadas de memoria que pueblan mi rostro.
La identidad está dada y se conforma por una multiplicidad de detalles que con el paso del tiempo van dando forma a quienes somos, en tanto individuo y como colectivo. Aquí en este pueblo a quince minutos del centro de santiago en transporte público la identidad pasa por el cerro, imponente y pitoniso, dicen que cuando el cerro está con sombrero es que lloverá, la reaparición de cierta fauna y flora nativa nos narran una historia de resiliencia ecológica y sus huellas minerales, sus rocas son testigos preferenciales de todos estos procesos, así como de la infancia de cientos de renquinos que hemos crecido en sus cercanías jugando a ser exploradores y practicando deportes extremos en sus laderas.
Mineral es la huella, la cicatriz del tiempo que refleja una identidad marginal y subversiva, es el relato de un territorio y de una identidad conformada por identidades concéntricas, todos de un modo u otro estamos ligados al territorio y sus huellas, a la influencia que este pudo tener y tiene en nuestras vidas, la geografía de estas imágenes, sus relieves y formas interpelan al observador atento, cuestionan la fotografía y su valor documental y artístico desde ese fuera de cuadro que siempre inquieta y remueve la imaginación apelando a ver más allá de lo visible como si de un oráculo se tratara.
Esta micro geografía es una búsqueda de identidad motivada por el desarraigo de la migración y el regreso al territorio, siendo el sujeto ya no el mismo que partió, ni mucho menos el mismo que vivió la experiencia migrante, la confrontación a una nueva construcción identitaria lleva a cuestionar la memoria y la cuestión del ser por medio de lo que en apariencia lo compone o componía, estas rocas son y no son más que rocas, piedras en el zapato de la búsqueda y la interrogante de: ¿Quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? En este sentido la contemplación y la reflexión de estos micro desarraigos y geografías en la roca nos hablan de tiempo y paciencia ante los procesos.