En octubre de 2019 hubo un Estallido social, una explosión que muchos no entendieron de dónde y por qué ocurrió, sin embargo la imposición vía un golpe de estado en 1973 de un modelo socioeconómico neoliberal fueron degradando la subsistencia de la mayoría de la población, los años de la llamada transición comandada por la extinta concertación (coalición de partidos políticos de centro izquierda) no ayudaron en nada a disminuir las brechas que el modelo estaba generando, por el contrario en el periodo de los años noventa en que Chile estaba en su mejor momento económico las políticas públicas en vez de buscar balancear las condiciones para desarrollar un país más equitativo y menos desigual, decidieron hacer justamente lo contrario.

Esta inacción de la llamada izquierda (en realidad centroizquierda) en conjunto con un acomodamiento en las esferas de poder fueron erosionando la economía de los trabajadores, marginalizados, endeudándose y dejándolos sin ningún apoyo real de parte del estado, la aplicación del modelo reduccionista del estado estaba dando sus frutos, todo este terreno que fue tomando cada vez más fuerza en el pasar de los años, además de la ratificación que el modelo de AFP era en realidad un fraude que terminaba entregando pensiones de miseria, fueron el terreno fértil para la germinación de una rabia y un descontento generalizado que ante la indolencia y una serie de declaraciones públicas por el gobierno de derecha de Sebastian Piñera desembocaron en lo que se ha llamado el Estallido social.

Fueron meses de una movilización continua, que si bien comenzó como un acto espontáneo con el pasar del tiempo se fue organizando de forma orgánica y más bien horizontal, en contraposición al esquema jerárquico que toda institucionalidad tiene. Considerando lo anterior, la reacción de parte del estado y de quienes en ese entonces detentaban el poder (muchos de ellos muy cercanos al difunto dictador Augusto Pinochet) reaccionaron como siempre lo ha hecho la derecha en este territorio llamado Chile, con violencia y violaciones los derechos humanos, dentro de este contexto la reacción de todos o casi todos quienes trabajamos con la imagen salimos a documentar este momento histórico y a su vez buscar denunciar lo que en el Chile de fines del 2019 estaba ocurriendo y que recordaba a muchos, sobre todo a quienes vivieron y sufrieron la dictadura, esos años realmente oscuros.

Hubo 3.777 víctimas de violencia policial ( registradas por el INDH) de las cuales al menos 220 sufrieron algún tipo de trauma ocular y unas 492 personas declararon haber sido víctimas de algún tipo de violencia sexual, de estas 194 fueron mujeres y 298 fueron hombres, cabe destacar que la mayoría de los agredidos fueron hombres, del total 75% fueron hombres, 25 % mujeres. El promedio de edad es de tan solo 26 años. Todo lo anterior y mucha más información la puede encontrar en la página del INDH. En definitiva la masividad, frecuencia y grado de violencia del actuar del estado fue brutal y no debe ser olvidado.

Es en este sentido que muestro aquí una serie fotográfica de lo que fue el Estallido social a través de mi mirada, que espero que en conjunto al trabajo que hicieron muchos otros colegas fotógrafos y camarógrafos sean un recurso de memoria, resistencia y de un nunca más a la violación de los derechos humanos por parte del estado.